La imagen en blanco y negro muestra a una mujer adulta y a un niño pequeño interactuando con un globo inflado. Ambos están muy cerca, tocando el globo con sus labios, probablemente como parte de una actividad sensorial o educativa. La mujer mira con atención y ternura al niño, quien parece concentrado en sentir o experimentar el globo. Al fondo, se ve a otro niño observando la escena. La expresión general transmite cercanía, concentración y un ambiente de cuidado.

Nunca es tarde para comunicarse

Aprendizaje 7 de ago. de 2025

Aunque no usé el globo como herramienta, he visto cómo muchas técnicas, cuando se aplican con constancia y paciencia, funcionan.

Lo importante no es el material en sí, sino la metodología y, sobre todo, el contacto humano.

Ser sordo no ha sido un impedimento. Al contrario, me ha dado una perspectiva diferente sobre cómo se construye la comunicación.

Hablar no solo es emitir sonidos; es expresarse, conectarse, hacerse entender.

Y sí, con tiempo y esfuerzo, es posible. Nunca es tarde.

Trabajar por la inclusión y la comunicación es un camino exigente, pero también profundamente gratificante.

Cada niño, cada persona, merece ser escuchada y acompañada desde su realidad.
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